PAN DE CEA
Elaborado artesanalmente desde el siglo XIII en los hornos situados en la villa de San Cristovo de Cea, cuenta desde el año 2004 con la indicación geográfica protegida (IGP), siendo el primer pan en Europa en obtenerla.
Los orígenes de San Cristovo de Cea, así como su tradición panadera, transcurrieron paralelas a la historia del Monasterio Cisterciense de Santa María La Real de Osera, Monacato que nunca dejó de lado las prácticas de la molienda y la panificación, proveyéndose de los recursos necesarios para tal fin, siendo la Villa de Cea principalmente la suministradora del Pan. San Cristovo de Cea paso a ser “La Villa del buen Pan” .
Desde la primera reseña histórica que data del siglo XIII cuando el Abad Don Frei Arias Pérez obtiene del Rey Sancho IV el privilegio por el que concede al Coto de Cea Iglesia y feria mensual, hasta la actualidad, la Villa de Cea es un valioso testimonio de la historia de Galicia. La actividad panadera se incrementa notablemente en la época de la Casa de los Austria . Siglos después, desde la nueva Casa de Borbón, y gracias a un proyecto político que persigue la modernización del Reino, se realiza en el año 1752 por parte del Marques de la Ensenada un Censo en la Villa de Cea. En dicho catastro se catalogan como panaderos gran parte de los vecinos de San Cristovo de Cea, reseñándose también los hornos que ya por aquel entonces sumaban doce.
Se trata pues, de la fidedigna constatación de la calidad de un producto elaborado de una forma singular que lo hacía muy apreciado, y además, de la actividad de unos hornos que venían cociendo desde hacía más de quinientos años.
Nuestro pan de Cea es diferente: es una vuelta a la tradición.
Le damos una vuelta a lo de siempre porque sí. Desafiamos la idea de que respetar la tradición es hacer sólo lo de siempre. Y decidimos honrarla y dignificarla integrando el saber y la tecnología para garantizar la salud y proteger nuestra casa común. Porque es darle una vuelta a lo de siempre, para hacerlo mejor.
Volvemos a la harina de trigo Caaveiro. Porque es de nuestra tierra, porque aporta otro sabor y textura. Porque es volver a la bueno. Diferentes desde la semilla.
Volvemos al sabor desde la primera chispa: elegimos leña de abedul y carballo. Nuestro pan tiene el aroma de nuestros bosques.
Volvemos a lo natural sin interpretaciones: Nuestro pan, es pan pan. Sin más. Sin conservantes, sin químicos, sin nombres que no entiendas. Solo harina de trigo, masa madre, agua y sal. Nada que agregar, ni interpretar.
Volvemos a la sabiduría de la paciencia y al arte de lo manual: Hacer una horneada de nuestro pan de fermentación lenta lleva casi una jornada completa (7:30 horas aproximadamente) Nuestro pan se hace entre manos, la tecnología la ponemos a trabajar en el cuidado del medio ambiente.
Elaboración
La elaboración de nuestro pan de Cea sigue un proceso artesanal estricto, definido por el Reglamento nuestra asociación, con unas fases diferenciadas. Todo el proceso, sin tener en cuenta la elaboración de nuestra masa madre, requiere de casi unas 8 horas hasta poder sacar el pan de nuestros hornos. Somos artesanos en esencia.
¿Cómo identificar un Pan de Cea?
El Pan de Cea se certifica única y exclusivamente en dos formas o productos:
Pieza o Poia (1 a 1,2 kg) y Molete (0,5 a 0,6 kg).
Recuerda que siempre ha de ir en su bolsa y con su contraetiqueta.